Una brisa ligera… Y un velo de lino ondula sobre un cielo lleno de nubes esponjosas.
Su fragancia, tan natural e infinitamente fresca, es el colmo de la calma y la serenidad.
Naturalmente, la casa se transforma instantáneamente en un retiro de bienestar.
Estéban recrea a través de este perfume las sensaciones únicas que proporciona este mítico tejido, noble y puro.
En la cabeza, una sensación de frescura sin precedentes aportada por extractos de salvia y maderas verdes.
Su corazón combina la dulzura reconfortante de los almizcles blancos con la elegancia limpia y universal de las notas florales rosadas.
El aceite esencial de sándalo y una buena dosis de vainillina en las notas de fondo se unen para perfeccionar esta sensación de confort.
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